Visualizar significa “hacer algo visible”. Formarse en el pensamiento la imagen de algo que no se tiene a la vista, representarlo a través de imágenes. Visualizar entonces, es hacer visible o imaginar en tu mente lo que no se ve a simple vista.

 En 1963, un hombre visualizaba días donde las persecuciones, vejaciones y violencia a su raza eran mitigadas para siempre de la sociedad donde soñaba ver días de felicidad y libertad para sus hijos. “I have a Dream”, que en español significa “Yo tengo un sueño”, fue el nombre asignado al discurso convertido en una proclamación histórica del célebre líder afroamericano, Martin Luther King. Su vida transcurría en la constante lucha de un presente con una sociedad cuya ley se subordinaba a una historia violenta y a las maniobras de las clases y poderes sociales que jugaban con el destino y la desigualdad de pueblos enteros.

 Grandes reformas han sido impulsadas por aquellos que se atreven a visualizar el futuro, aunque conquistarlo, implica un gran esfuerzo por la transformación del presente.

 Hubo un hombre llamado Elías en el siglo IX a. C que se levanta en medio de disturbios y una guerra civil a medida que diferentes reyes se disputaban el trono. Por un tiempo, Elías caminó largos días en el desierto, decepcionado y se escondió en una cueva; su error fue pensar que solo él estaba en una cueva, su error fue pensar que estaba solo, resultando que había unos 7.000 hombres que se mantenían firmes en medio de aquel profundo caos, sí, tal vez al igual que él, temerosos o decepcionados, pero firmes. Luego de salir de ese momento, las hazañas que hizo Elías destacan lo que significa confiar en Dios cuando todo está en contra.  Su relación con algo superior a él nos muestra cómo podemos superar los momentos difíciles y promover escenarios que transformen caos en orden.

 El tiempo que transitamos pareciera ser el más negativo de nuestra historia venezolana, aunque sería bueno retomar la historia y validar que ha habido otros días muy oscuros también para otras generaciones. El temor y la incertidumbre que se apodera de nosotros gana espacio y, las cuevas como las de Elías, comienzan a convertirse en los principales depositarios de hombres decepcionados y cansados.

 ¿Cómo sacarlos de allí? ¿Cómo ayudarlos? ¿Cómo cambiar las circunstancias que los introdujeron allí?

 Saldrán al ver los 7.000 mil que son como ellos. Saldrán al tener la gallardía de un sueño como el de Martin Luther King.

Visualizarnos por encima de nuestras circunstancias se hace desafiante, pero cuando te dicen que no estás solo, y que son muchos los que se encuentran afrontando el desafío, entonces decidirás salir de la cueva.

Los ciudadanos de este país tenemos una historia heroica, luchadora. Es importante que sepas que tu deseo y tu visión por ver un futuro de oportunidades es el deseo y la visión de muchos. Cuando peleas, muchos también lo hacen, cuando te quiebras otros también lo hacen, cuando caes otros se levantan y, cuando estas de pie ayudas al que está en riesgo. Cuando construyes país, hay miles que también van en esa misma dirección.

No te sorprendas cuando empieces a descubrirlos, porque no son milagros, siempre estuvieron allí, viviendo lo mismo que has vivido tú, visualizando lo mismo que tus ojos ven delante de ti. Y quiero que activemos un sentido de búsqueda, porque muchos necesitarán que los llames desde afuera y vean en ti lo que tú también estás esperando de ellos.

Visualiza tus días venideros sin temor, sin dudas. No podemos quedarnos atrapados en la incertidumbre y con esto debes tener cuidado, porque puedes comenzar a sentirte cómodo con ella, pero solo traerá a tu vida ruina. Muda tu mirada hacia lo que quieres para ti, para los tuyos y para tu país. Atrévete a salir, porque hay 7.000 mil hombres que te acompañarán.